Fiestas saludables

Falta muy poco para las fiestas y sabemos que durante estas celebraciones las comidas cambian: son más abundantes y calóricas, y se bebe más alcohol de lo habitual. Por eso, debemos tratar de mantener hábitos alimentarios saludables, para equilibrar con los cambios de alimentación propios de esta época.

Algunos consejos para lograr una alimentación saludable:

Durante los días de Navidad y fin de año, se recomienda continuar con el plan de alimentación habitual de 4 comidas diarias. Esta rutina nos ayuda a evitar que pase mucho tiempo entre cada comida y así disminuir los niveles de hambre y ansiedad.

Para las comidas que no forman parte de los momentos de festejo, es recomendable elegir alimentos sanos y livianos, evitando comidas pesadas, fritos, postres muy altos en azúcar. Es importante equilibrar los posibles excesos, pero no implica dejar de comer ni hacer dietas a base de un solo alimento. Lo ideal para estos días es el consumo de frutas y verduras frescas, hidratos de carbono complejos (integrales, hortalizas y cereales), lácteos descremados y carnes magras.

Es recomendable usar la menor cantidad de sal en la preparación de las comidas. En reemplazo de ella se puede condimentar con especias, hierbas aromáticas y otros condimentos. 

El abuso de las bebidas alcohólicas tiene consecuencias sobre nuestra salud y a su vez, no aportan nutrientes a nuestro cuerpo. Por eso se recomienda controlar la cantidad de alcohol e intercalar con agua y otras bebidas no azucaradas.

Ingerir alrededor de 2 litros de agua al día. Este es un hábito muy saludable que es necesario adquirir y mantener para la salud del cuerpo en general.

Realizar actividad física. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda practicar al menos 30 minutos diarios de ejercicio físico.

Fin de fiesta: ¿Cómo continuar con la alimentación sana? 

Una vez que terminan las fiestas, es importante retomar las comidas habituales y recuperar los hábitos de alimentación sanos, sin caer en los extremos de dietas no saludables que pueden hacerle daño a nuestro cuerpo. La clave de una alimentación saludable consiste en el equilibrio, la variedad y la cantidad de lo que se consume; incluyendo todos los grupos de alimentos. 

Un plan de alimentación sana abarca el consumo adecuado de agua, frutas y verduras de estación, lácteos descremados, huevos, carnes magras –eligiendo pescado dos veces por semana-, legumbres, pan y cereales de tipo integral y aceites crudos.

Lic. Pilar Samaniego, Nutricionista
Asesora de la Línea de Suplementos Garden House 
www.gradenhouseargentina.com.ar            

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