Vitamina B12 y anemia

La vitamina B12 o cobalamina es una vitamina hidrosoluble con la estructura química más grande y más compleja de todas las vitaminas. Se le llama cobalamina porque el cobalto forma parte de su estructura química. La cobalamina pertenece a un grupo de compuestos que contienen cobalto conocidos como corrinoides, muchos de ellos son biológicamente inactivos en humanos. 

 Absorción

La absorción de la vitamina B12 de los alimentos es un proceso complejo que requiere una función normal del estómago, el páncreas y el intestino delgado. El ácido gástrico y la pepsina estomacal liberan la vitamina B12 de los alimentos, permitiéndole unirse a la proteína transcobalamina-1 o haptocorrina, producida por las glándulas salivales y esofágicas.  En adultos sanos, la deficiencia severa de la vitamina B12 no es común, principalmente porque el suministro total del cuerpo puede exceder 2,500 μg, el desgaste diario es lento, y la ingesta dietaría de solo 2.4 μg/día es suficiente para mantener un nivel adecuado de vitamina B12. Sin embargo, a nivel mundial, la deficiencia moderada de vitamina B12 es bastante común, especialmente en las naciones en vías de desarrollo en las que las personas tienen una baja o limitada ingesta de productos de origen animal (que son prácticamente la única fuente de la vitamina). En estos países la deficiencia de B12 se considera la segunda causa de anemia carencial, después de la anemia por deficiencia de hierro. Según datos de la 1era. Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (2007), el 4.7% de los infantes tuvo una ingesta de B12 por debajo del requerimiento medio estimado, que se elevó al 25.6 % en las mujeres embarazadas. En individuos de mayor edad, la deficiencia de vitamina B12 es más común principalmente debido a una absorción intestinal alterada que puede resultar de una deficiencia marginal a una deficiencia severa de la vitamina B12 en esta población.

Carencia de B12 y anemias:

 La deficiencia de vitamina B12 conducirá finalmente a una anemia macrocítica (se llaman así a las anemias que se caracterizan por un tamaño de los glóbulos rojos superior al normal), neuropatía periférica y desmejoramiento cognitivo, aunque no necesariamente siempre se manifiesten estos síntomas (por ejemplo, alrededor del 40% de las personas mayores con deficiencia de B12 no desarrollan anemia).  Las principales condiciones asociadas a la deficiencia de B12 son: desmejoras en la absorción (resección quirúrgica, anemia perniciosa autoinmune, pancreatitis crónica, enfermedad celíaca y de Crohn), y problemas en la digestión gástrica (gastritis atrófica, aclorhidria, gastrectomía) lo cual disminuye la capacidad de disociar la vitamina B12 que pueda estar unida a otras sustancias en productos cárnicos. Se ha estimado que la anemia perniciosa se encuentra presente en aproximadamente 2% de los individuos mayores de 60 años de edad. Aunque la anemia es con frecuencia un síntoma, la enfermedad es de hecho la etapa final de la gastritis atrófica autoinmune, que resulta en la destrucción de las células del estómago por anticuerpos propios (autoanticuerpos). La destrucción progresiva de las células que recubren el estómago provoca una disminución en la secreción del ácido y las enzimas requeridas para liberar la vitamina B12 ligada a los alimentos. Alrededor del 20% de los familiares de los pacientes con anemia perniciosa también padecen la misma condición, sugiriendo una predisposición genética. También se piensa que la infección por Helicobacter pylori podría estar involucrada en la iniciación de la respuesta autoinmune en un subconjunto de individuos. Generalmente el tratamiento de la anemia perniciosa requiere de inyecciones de vitamina B12 para evitar depender de la absorción intestinal. La suplementación oral en dosis elevadas es otra opción del tratamiento, porque al consumir 1.000 μg (1 mg)/día de vitamina B12 oralmente debería resultar en la absorción de cerca de 10 μg/día (1% de la dosis) por difusión pasiva, que como ya vimos es un proceso independiente de la unión de la vitamina con el factor intrínseco. De hecho, la terapia oral en dosis elevadas es considerada tan efectiva como la inyección intramuscular. Los problemas de absorción aumentan a medida que se envejece y eso hace que la deficiencia de vitamina B12 sea bastante común en adultos mayores. De acuerdo a datos de estudios europeos el porcentaje de la población con concentraciones séricas sub óptimas de B12 (menos de 200 pg/ml) es de un 23% en el rango de edad que va de los 19 a los 64 años y aumenta a un 62% en los mayores de 65 años. Es importante decir que hay estudios que estiman que el porcentaje de adultos mayores que tienen deficiencia de B12 es bastante menor, pero lo que sí sabemos con certeza que con el envejecimiento aumenta el riesgo de padecerla.

 Un control anual nos permite saber si es necesario suplementar 

   Continuara en la proxima edicion…

Por Dr. Fabián H. Lavalle

Farmacéutico M.N. 11060
Bioquímico M.N. 7208
https://drfabianlavalle.blogspot.com/
www.saturnargentina.com.ar

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