Tu casa, tu templo

VASTU SHASTRA: El Yoga de las casas

En el frenético ritmo de la vida moderna, a menudo buscamos un refugio para encontrar paz y armonía. Es en nuestro hogar donde esperamos encontrar ese santuario, donde podamos descansar, recargar energías y sentirnos protegidos. Pero ¿qué pasaría si te dijera que tu hogar no es solo un lugar para vivir, sino un espacio sagrado donde puedes nutrir tu alma y cultivar tu conexión con lo divino? En Vastu Shastra, la antigua ciencia védica que estudia el diseño de espacios y es antecesora del Feng Shui, cada lugar construido se considera como un reflejo del universo. Sostiene que el universo está habitado por el Vastu Purusha, una deidad cósmica que representa la energía y la presencia divina. Y, en consecuencia, cada hogar es visto como un microcosmos del universo, habitado por esta deidad divina. Así es como la frase «Tu casa, tu templo» cobra todo su significado en Vastu Shastra. No se trata simplemente de una expresión vacía, sino de un recordatorio poderoso de que nuestro hogar es más que un lugar físico. Es un espacio sagrado donde podemos rendir homenaje al Vastu Purusha y recibir sus bendiciones espirituales. La ubicación de un altar o espacio de adoración dentro de nuestro hogar es de suma importancia en Vastu Shastra. Se recomienda que este lugar se ubique en una dirección auspiciosa, generalmente hacia el este o el noreste, para recibir la energía espiritual del sol naciente. Esta orientación facilita nuestras prácticas espirituales y nos ayuda a sintonizarnos con las energías celestiales. Aquí, en nuestro propio templo viviente, podemos meditar, rezar y conectarnos con lo divino. Es un espacio donde podemos encontrar calma y paz interior en medio del bullicio y el caos de la vida diaria. Un lugar donde podemos retirarnos del mundo exterior y sumergirnos en nuestro ser interior. Pero no solo la orientación es importante en Vastu Shastra. La limpieza y pureza de nuestro hogar también son fundamentales para mantener su condición de templo. Eliminar el desorden y la negatividad es esencial para permitir que las energías espirituales fluyan libremente. Un espacio limpio y ordenado nos ayuda a despejar nuestra mente y concentrarnos en nuestras prácticas espirituales. El uso de colores, formas y materiales también se considera desde una perspectiva espiritual en Vastu Shastra. Los colores suaves y naturales, como el blanco, el azul claro y el verde, fomentan la tranquilidad y la serenidad. Estos tonos nos ayudan a crear una atmósfera propicia para la meditación y la introspección. Además, la presencia de elementos naturales es significativa desde el punto de vista espiritual. Incorporar plantas y flores vivas en nuestros espacios aumenta la energía vital y refuerza nuestra conexión con la madre naturaleza. Nos recuerda que somos parte de algo más grande y nos invita a estar en sintonía con el ritmo natural del universo. La disposición de los muebles y objetos dentro de nuestro hogar también se considera desde una perspectiva espiritual. Se recomienda mantener un flujo armonioso y sin obstáculos para permitir que la energía circule libremente y nutra nuestra alma. Es como si cada elemento estuviera en su lugar correcto, creando una sinfonía de energía que nos rodea. En resumen, esta disciplina nos alienta a tomar conciencia de que nuestro hogar es mucho más que cuatro paredes y un techo. Es un espacio sagrado donde podemos encontrar inspiración, conectarnos con lo divino y cultivar nuestra espiritualidad. Al aplicar los principios y herramientas de Vastu Shastra en el diseño y decoración de nuestro hogar, podemos crear un ambiente espiritualmente propicio que nos apoye en nuestro camino de crecimiento y evolución espiritual. Es en este espacio sagrado donde encontramos la paz interior, la renovación espiritual y el sentido de plenitud que todos buscamos en la vida. «Tu casa, tu templo» es una invitación a honrar nuestro hogar como un lugar sagrado, un espacio donde podemos nutrir nuestra alma y estar en armonía con el universo. Porque al final del día, nuestro hogar es un reflejo de nosotros mismos y de nuestra conexión con lo divino. Es un lugar donde podemos encontrarnos con nuestro ser más profundo y experimentar la verdadera esencia de la espiritualidad.

Por Arq. Dardo Gutierrez

Arquitecto y consultor de Vastu
Egresado de American Institute of Vastu, California, EEUU.

www.vastu.com.ar
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