VASTU SHASTRA: El Yoga de las casas
En un mundo acelerado, dedicar tiempo a la reflexión y el autocuidado ayuda a reducir el estrés, mejorar la claridad mental y aumentar la productividad. Al alejarnos de las distracciones y estímulos diarios, podemos reconectar con nosotros mismos, identificar nuestras necesidades y fomentar la creatividad.
Incorporar pausas efectivas en nuestra rutina diaria puede ser tan simple como programar descansos cortos, crear un espacio de calma en el hogar o practicar la meditación y la respiración consciente. Estas prácticas no solo revitalizan nuestro espíritu, sino que también nos preparan para enfrentar los desafíos con mayor resiliencia.
Parar para volver a arrancar
En este momento del año, detenernos, hacer una pausa, nos permite desconectar, evaluar prioridades y evitar el agotamiento. Este tiempo de reflexión no solo nos ayuda a reorganizar ideas, sino que también nos brinda el impulso necesario para continuar con más fuerza y enfoque, permitiéndonos abordar nuestras tareas con una nueva perspectiva y ser más efectivos en nuestras acciones.
Tomar perspectiva de los problemas
Adoptar una visión amplia de los problemas implica distanciarnos emocionalmente de la situación para analizarla con mayor claridad y objetividad. Este enfoque nos permite ver más allá de la inmediatez del conflicto, identificando las causas ocultas y las posibles soluciones sin dejarnos llevar por la frustración o el estrés. Al adoptar una visión más abarcativa, podemos considerar diferentes ángulos y opiniones, lo que enriquece nuestra comprensión del problema y nos ayuda a tomar decisiones más informadas. Tomar perspectiva no solo facilita la resolución de conflictos, sino que también contribuye a nuestro desarrollo personal y profesional.
Paz mental es igual a mejores decisiones
La paz mental es un estado de serenidad que nos permite enfrentar los desafíos de la vida con claridad y enfoque. Cuando la mente está en calma, se reduce la ansiedad y el estrés, lo que facilita la toma de decisiones más informadas y racionales. Esto no solo mejora la calidad de nuestras elecciones, sino que también nos ayuda a anticipar las consecuencias de nuestras acciones, lo que resulta en respuestas más acertadas y alineadas con nuestros objetivos y valores. Cultivar la paz mental es fundamental para lograr un proceso de toma de decisiones más efectivo y satisfactorio.
Estar en el presente
Estar en el presente, o practicar la atención plena, implica centrar nuestra atención en el momento actual, sin distracciones ni preocupaciones sobre el pasado o el futuro. Esta práctica nos permite experimentar la vida de manera más plena, apreciando cada instante y reconociendo nuestras emociones y pensamientos sin juzgarlos. Al estar presentes, somos capaces de conectar más profundamente con nosotros mismos y con los demás, lo que fomenta relaciones más auténticas y significativas. Además, esta conexión con el presente reduce el estrés y la ansiedad, ya que nos aleja de la rumiación sobre eventos pasados o de la preocupación por lo que está por venir.
Sonreíte a vos mismo
Sonreírnos a nosotros mismos es una práctica poderosa que fomenta la autoaceptación y el amor propio, permitiéndonos reconocer y valorar nuestra propia valía. Este simple gesto puede transformar nuestra perspectiva, ayudándonos a ver las circunstancias desde un ángulo más positivo y a reducir el estrés al liberar endorfinas, las hormonas de la felicidad. Al sonreírte, establecés una conexión emocional con vos mismo, promoviendo una mayor comprensión de tus necesidades y emociones. Incorporar este hábito en tu rutina diaria no solo mejora tu bienestar personal, sino que también irradia una energía positiva que inspirará a quienes te rodean, creando un ambiente más solidario y optimista.
Disfruta donde estás
Apreciá el entorno físico en el que te encontrás, ya sea en tu hogar, en la naturaleza o en un lugar de trabajo. La disciplina milenaria de Vastu Shastra estudia como cada espacio tiene su propia energía y sus características únicas pueden enriquecer nuestra experiencia diaria.
Al tomarte un momento para observar y valorar los detalles de tu entorno, como la luz que entra por la ventana, los sonidos que te rodean o la decoración que elegiste, podés cultivar un sentido de pertenencia y conexión con el lugar. Esta práctica no solo te ayuda a sentirte más presente, sino que también transformará tu visión, haciendo que incluso los lugares más cotidianos se sientan especiales. Disfrutar del lugar en el que estás implica también reconocer las oportunidades que te ofrece, ya sea para socializar, aprender o simplemente relajarte. Al hacerlo, fomentas una actitud de gratitud y satisfacción que puede mejorar tu calidad de vida y hacer que cada día sea más significativo.
Por Arq. Dardo Gutierrez
Arquitecto y consultor de Vastu
Egresado de American Institute of Vastu, California, EEUU.
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