Se ha comprobado que el té verde contiene altos niveles de unas sustancias llamadas polifenoles, que poseen propiedades antioxidantes, anticancerígenas e incluso antibióticas. También puede ayudar a prevenir las enfermedades cardíacas y del hígado.
Tanto el té negro, como el té verde proceden de la misma planta. El té verde se elabora con las hojas cocidas al vapor y posteriormente secadas; mientras que el té negro se prepara dejando marchitar las hojas, que después se enrollan, se dejan fermentar y se secan.
Pero como el té verde está menos procesado que el té negro y no está fermentado contiene más cantidad de antioxidantes. Es el té más consumido en los países orientales, producido principalmente en China, también en Taiwan y Japón.
Un grupo cada vez mayor de estudios clínicos sugieren que el consumo regular de té verde puede reducir la incidencia de una variedad de cánceres, incluyendo el de colon, páncreas y estómago.
Principales beneficios del té verde para la salud
•Propiedades antioxidantes, anticancerígenas y antibióticas
•Previene enfermedades cardíacas y del hígado
•Disminución del colesterol y los triglicéridos
•Protección contra la arteriosclerosis
•Disminución de la grasa corporal
•Regulación del nivel de insulina en sangre
•Óptimo para el tratamiento de la diabetes y obesidad
El té verde contiene cafeína, aunque en un nivel inferior al té negro o al café. El té verde contiene un 40% menos de teína que el té negro y por tanto, es más saludable para personas con hipertensión.
La preparación del té
•No usar el microondas para calentar el agua (usar métodos más lentos que crean burbujas de vapor)
•El agua no debe hervir a borbotones. Al hervir el agua pierde oxígeno y se corre el riesgo que se queme la hebra del té. Es decir, el té hay que echarlo, cuando el agua está a punto de hervir o empiece a hervir.
Cada té tiene su tiempo de infusión. El verde, entre 1 minuto y minuto y medio. El negro, no superior a 3 minutos porque se pone amargo y astringente. Para el té rojo – Pu Erh son suficientes entre 2 y 5 minutos de infusión.
La cantidad de té ha de ser aproximadamente una cucharadita por taza; para té rojo, 3 g son suficientes.
La intensidad del té no depende tanto del tiempo de infusión sino de la cantidad que se utilice y fundamentalmente de la variedad de té.
El siglo XX trae dos importantes innovaciones: las bolsitas de té que permiten un consumo más cómodo y el té helado.
En verano, el te frío es una buena alternativa para mitigar los efectos del calor. Una bebida que puede preparar a su entero gusto.
Marría Val / Sabormediterraneo.com