Para enfermedades de la próstata
Es el Sabal una palmera con virtudes medicinales ideales para la próstata (prostatitis benigna), la retención de líquidos, aumento de la libido y cistitis.
Esta palmera perenne, de la familia de las arecáceas, llega a medir hasta 3 metros de altura, aunque normalmente suele tener un porte arbustivo. Sus hojas palmeadas, muy grandes son de color verde amarillento.
Tradicionalmente las bayas de Sabal fueron utilizadas como alimento por los Semínolas americanos (tribu indígena norteamericana), que utilizaban los frutos de estas palmeras para numerosos problemas: problemas de retención de líquidos, impotencia masculina, falta de libido en las mujeres, cistitis, y problemas relacionados con la prostatitis.
Es adecuada para la prostatitis benigna, una de las dolencias de la próstata más comunes y que se caracteriza por micción dificultosa y frecuente, pérdida de orina por goteo y baja capacidad sexual. Diversos estudios científicos han demostrado que consumir regularmente bayas de Sabal ayuda a reducir la micción nocturna excesiva, ayudando incluso a frenar el crecimiento anormal de la próstata (ya que impide la transformación de la testosterona en dihidrotestosterona).
Gracias a sus diferentes beneficios diuréticos, el Sabal es beneficiosa contra la retención de líquidos, ayudando a su vez no solo a eliminar las diferentes toxinas de nuestro organismo, sino también a reducir el acúmulo de líquidos.
Sabal es homeopático a la irritabilidad de los órganos genitourinarios. Debilidad general y sexual. Promueve la nutrición y la construcción tisulares. Síntomas marcados de la cabeza, estómago y ovarios. De incuestionable valor en hipertrofias prostáticas, epididimitis y trastornos urinarios. Actúa en la porción de la membrana-prostática de la uretra. Iritis con trastornos prostáticos. De valor para el desarrollo de las glándulas mamarias. Miedo de dormirse. Languidez, apatía e indiferencia.