Colores, aromas, sabores. El ser humano es principalmente frugívoro. Las frutas nos ofrecen mucho de lo que necesitamos para estar saludables. ¿Por qué se recomienda tanto su consumo? Aquí te pasamos algunos datos:
- Bananas: de fácil digestión por su contenido en azúcar cuando alcanza su punto de madurez. Mejora el sistema gastrointestinal, al contener hidratos complejos de absorción lenta. Por su alto contenido en fibra mejora el tránsito y la flora intestinal. Sus carbohidratos contienen oligosacáridos, que incrementan el número de bífido bacterias. Contiene protectores de la mucosa estomacal, como la leucocianidina, actúa como antiinflamatorio al disminuir la secreción de ácido clorhídrico y tiene vitaminas A, C, B6, B9, ácido fólico, potasio y magnesio.
- Pomelo: Gran contenido de vitamina C -40 mg./100 g.-, de manera que una pieza de 200 grs. cubre las necesidades diarias de esta vitamina en un adulto sano. Es rico en potasio y flúor, con cierta cantidad de calcio y magnesio y bajo en sodio.
Su pulpa es rica en agua y fibra, con pocos hidratos de carbono y escasa en grasas y proteínas, por lo que es una de las frutas con menos calorías. Tomado en ayunas incrementa su capacidad depurativa, diurética y laxante, además de estimular el apetito.
Favorece la digestión y el trabajo depurativo del hígado y la vesícula. Su contenido en pectina impide la multiplicación de células cancerosas y es muy eficaz en casos de melanomas cutáneos y cáncer de próstata, además de reducir el colesterol y proteger las paredes de las arterias, inhibiendo la formación de trombos.
La naringina que contiene es capaz de fluidificar la sangre. Esta puede inhibir la metabolización de determinados fármacos utilizados en enfermedades cardiovasculares e hipertensión y ciclosporina, pudiendo producir, en el peor de los casos, intoxicaciones. El limoneno, que le da su sabor amargo, tiene una probada acción anticancerígena.
Puede agravar la acidez de estómago y debe moderarse en quienes padecen gastritis y son propensas a la formación de cálculos renales.
- Sandía: El 90% es agua, por lo que su aporte calórico se sitúa en 32 calorías por cada cien gramos. Es hidratante, diurética y ligeramente laxante. Es importante su contenido en betacaroteno y licopeno -el potente antioxidante que le da su color rojo- y contiene, en menor medida, vitaminas B1 y B6 y potasio.
- Kiwi: Su cantidad de vitamina C es superior a otros cítricos, lo que hace que una pieza al día cubra las necesidades 1diarias de esta vitamina. Además, contiene calcio, hierro y fósforo. Aumenta las defensas del organismo y previene el cáncer de mama y el de estómago. Consumido en el desayuno es excelente para combatir el estreñimiento.
- Limón: bajo en calorías es muy rico en pectinas, una fibra soluble que se encuentra en la pulpa y en la capa blanca que hay debajo de la corteza. Aunque contiene vitamina B, lo más importante en su aporte en vitamina C -50 mg/100 grs.-, por lo que un limón de tamaño mediano cubre la necesidad diaria de esta vitamina. Es abundante en magnesio, hierro, fósforo, calcio, potasio, azufre, zinc, yodo y cobre.
Es depurativo además de anticancerígeno, astringente, antioxidante y anti- séptico gracias a los ácidos que contiene: cítrico, málico, acético y fórmico, además de varios flavonoides. Mejora las digestiones y es muy útil en problemas gástricos por su poder astringente y antiséptico. Beber su jugo antes de las comidas desintoxica el intestino y reduce el apetito.
Previene la formación de cálculos renales y facilita su disolución, ayuda a recuperar epitelios dañados en casos de problemas respiratorios, su poder antiséptico es muy útil en resfriados, faringitis, bronquitis, etc.; su jugo, endulzado con miel, suaviza la garganta y la desinfecta.
Mejora la circulación sanguínea debido a la vitamina C y los flavonoides, previene la formación de trombos y refuerza los capilares y la elasticidad de las arterias. Ayuda a combatir la anemia, favoreciendo la absorción del hierro que contengan los alimentos ingeridos por su contenido en vitamina C.
El Jugo de limón diluido, ya sea en enfermedades con virus o bacterias, ayuda al crecimiento de glóbulos blancos y ayuda a bajar la fiebre. Refuerza las uñas frágiles y es muy eficaz en caso de seborrea o exceso de grasa en el pelo.
- Manzana: su alto contenido en flavonoides reduce el riesgo de cáncer, infarto de miocardio y otras afecciones cardiacas pues, por un lado, retrasa el daño celular que producen los radicales libres, previniendo así los tumores y, por otro, evita la oxidación de los lípidos en las arterias, impidiendo la formación de placas que obstruyan el flujo sanguíneo. Contiene fibra, hierro, calcio, magnesio, potasio, azúcares y vitamina A y C.
La pectina, fibra soluble muy abundante en la manzana, combinada con otras fibras, flavonoides, azúcares y vita- minas produce cambios en el metabolismo hepático y biliar reduciendo el colesterol. Reduce la tasa de glucosa en los diabéticos de tipo 2.
- Naranja: es rica en vitamina C, potasio, betacaroteno y antioxidantes. Previene los ataques de asma, la bronquitis, la arterioesclerosis y varios tipos de cáncer: el de mama, estómago y páncreas. Tanto la naranja como su jugo pueden agravar la acidez de estómago.