Los antioxidantes nutricionales y el cáncer

Descubrir tratamientos para el cáncer más efectivos y menos invasivos – y al final una cura – sigue siendo una prioridad máxima dentro de la investigación médica actual. Y gracias a varios desarrollos recientes dentro de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los EE.UU., los investigadores en medicina alternativa y complementaria están experimentando una esperanza renovada en sus propios esfuerzos contra esta mortal enfermedad.

Un importante desarrollo positivo fue la elevación ampliamente difundida de la Oficina de Medicinas Alternativas al rango de Centro de los Institutos Nacionales de Salud.

Otro desarrollo también se llevó a cabo casi al mismo tiempo y muy probablemente en el futuro tendrá mayor impacto en la investigación del tratamiento específicamente del cáncer con medicina alternativa. Esta novedad consiste en que el Instituto Nacional del Cáncer de los EE.UU., el cual también es un instituto de los NIH, y cuya postura pública ante la medicina alternativa ha sido – al menos hasta muy recientemente – una de escepticismo cauteloso, estableció su Oficina de Medicinas Alternativas y Complementarias contra el Cáncer (OCCAM).

Uno de los protocolos que se están investigando actualmente, es el uso terapéutico de las enzimas.

Existe un reporte titulado «El alimento, la nutrición y la prevención del cáncer: una perspectiva global» auspiciado por el Instituto Americano de Investigación del Cáncer (AICR) y el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF). Dentro de este reporte se evalúan los componentes dietéticos individuales. Aquí se considera la posibilidad de que algunos cánceres pueden estar causados por deficiencias nutricionales múltiples, así como los papeles potenciales anticancerosos de los cereales en forma de granos integrales. Lamentablemente, el trigo refinado, por ejemplo, pierde el 83 % de su valor nutricional por el procesamiento.

Las nueve conclusiones específicas de este reporte son:

1.- Entre el 30 % y el 40 % de todos los casos de cáncer son evitables por medio de dietas apropiadas, por la actividad física y el mantenimiento adecuado del peso corporal.

2.- En una base global y a las tasas actuales esto quiere decir que las dietas apropiadas pueden prevenir de 3 a 4 millones de casos de cáncer cada año.

3.- Las dietas que contienen cantidades variadas y substanciales de verduras y frutas prevendrán 20 % o más de todos los cánceres.

4.- Conservar la ingesta de alcohol dentro de los límites recomendados prevendrá hasta el 20 % de los casos de cáncer del tracto digestivo, colon, recto y del seno.

5.- El cáncer del estómago es casi totalmente evitable por la dieta apropiada; los cánceres de colon y del recto son también casi totalmente evitables con una dieta adecuada y al mantener o aumentar la actividad física y al mantener un peso corporal óptimo.

6.- Un objetivo intermedio factible de la prevención dietética del cáncer es la reducción de la incidencia global del 10 % al 20 % dentro de los próximos 10 a 25 años.

7.- La prevención del cáncer por medios asociados y dietéticos y la prevención o dejar de fumar son los acercamientos más efectivos.

8.- La prevención beneficia no sólo a los individuos, sino también a las familias, las comunidades y las economías nacionales.

9.- La prevención es el único acercamiento sensible al cáncer en el mundo en desarrollo; sobre una base poblacional el tratamiento y la paliación del cáncer no son económicamente factibles.

Si la conexión entre la alimentación y la salud fuera mejor conocida, más gente estaría consciente de que ciertos hongos estimulan el sistema inmunológico, que el selenio, un mineral encontrado en los granos, las semillas y el ajo induce la muerte de células cancerosas, que los antioxidantes en la cúrcuma previenen el daño del ADN y bloquean el crecimiento tumoral, que la vitamina C en las frutas cítricas y las fresas elevan la actividad de las células asesinas naturales, que la vitamina E en las verduras y las nueces protege contra defectos genéticos que aumentan el riesgo de cáncer y que el betacaroteno en las zanahorias y las papas puede bloquear la formación de tumores.

En la actualidad existen literalmente cientos de estudios clínicos que demuestran el valor preventivo de muchos nutrimentos contra el cáncer, especialmente los antioxidantes.

Dr. Héctor E. Solórzano del Río.
www.hector.solorzano.com.mx

Profesor de Farmacología del CUCS de la Universidad de Guadalajara y Presidente de la Sociedad Médica de Investigaciones Enzimáticas, A.C.

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