Llegar a los treinta…

Los números redondos siempre impactan, es de no creer que ya hace 30 años desde el inicio ininterrumpido de Periódico convivir. Recalco ininterrumpido, porque ante tantas batallas libradas, personales y colectivas, mantenerse como un periódico independiente y gratuito, en verdad es todo un logro. Gratuito porque así lo diseñó Marta, para que la información llegara a quien la necesitase, que los sorprendiera la calidad de los artículos, que la información conmine a los lectores a involucrarse con acciones positivas y comprometidas “con los otros y con el planeta”, como fue por años nuestro slogan.

Así nació convivir, bajo esas premisas, en los albores de la vieja “nueva era”.

En éstas tres décadas asistimos a enormes cambios sociales, estructurales, cambios de paradigmas, coletazos apocalípticos, estallidos pandémicos y hasta hoy una guerra amenazante, palpitada desde el concepto de la globalidad, que creíamos que dentro de nuestro perfil, nunca sucedería… Porque, seamos claros, las guerras en el mundo nunca cesaron, solo que algunas tienen mejor prensa.

Vuelvo al aniversario.

Es inevitable hacer un recuento; la memoria busca y transforma imágenes, nos recuerdo muy jóvenes, viendo a mi madre, Marta Fleischer, con la idea de hacer este periódico, buscando el nombre, creándolo… Como periodista ya había fundado  “Prensa y comercio exterior” y “Pulso de Buenos Aires”; conducido junto a mi viejo -al que muchos conocieron y recuerdan- programas en Radio Belgrano e incurrido como autora de libros de meditación, cocina natural y hasta cuentos infantiles. convivir nace uniendo su búsqueda espiritual, a la alimentación natural y sus experiencias en el yoga… era la gran apertura New Age.

Luciano y yo estábamos ahí, curiosos, absorbiendo estas ideas, empapandonos desde niños con estos conceptos y cuando nace convivir fue natural asumirlo como parte de nuestro trabajo, aunque cada uno nos hayamos formado en otras carreras. Cuarentones ya, para muchos de nuestros columnistas, empresas y anunciantes seguimos siendo “los chicos”, “los chicos de Marta”, y  nosotros nos llenamos de agradecimiento y ternura, porque ellos nos recuerdan quiénes somos, conocieron a nuestros padres, la pelearon juntos, atravesaron juntos los embates de esta argentina que no nos deja tranquilos, apostaron y apuestan a una vida más pacífica, a una vida para todos (todas y todes).

Es curioso, ella falleció en la edición de marzo del 20 aniversario, yo nací como directora de convivir, allí mismo y hoy cumplo 10 años de labor… 

“30 años pasaron, y la idea sigue vigente? Hay que seguir insistiendo e informando para que la humanidad haga un cambio para bien?” – me dijo en un barcito Flor Villamil – y me dejó pensando. Sí, convivir fue (y es) una idea utópica e innovadora, pero los procesos de evolución humana requieren tiempo y trabajo. 

Hoy hacemos nuestra esta propuesta, juntos, anunciantes, columnistas y lectores;  amigos nuevos, con planteos nuevos a través de lenguajes nuevos. convivir aúna gente de bien, gente con la que seguir creciendo y aprendiendo. En este camino que elegimos se trabaja juntos, miramos atrás para reconocer de dónde venimos, pero la flecha apunta hacia adelante. Porque nada es más importante que el aquí y ahora. Lo que nos enseñan estos 30 años es que no hay que perder el tiempo. 

Los dejo con Marta y un texto que cierra el concepto de periódico convivir

“En estos momentos en que el mundo es un hervidero, cuando parecen llegados los tiempos anunciados por tantas profecías y tantos hermanos ven desaparecer lo que era su mundo de todos los días; la nuestra no es tarea fácil. Predicar por que prevalezcan la hermandad, la filantropía, el altruismo y a la vez intentar practicarlo, no nos resulta para nada sencillo. Sin embargo, continuamos con lo que nos propusimos desde el primer número, y lo hacemos pese a todo. Porque entendemos que lo mejor saldrá a la luz después de estas épocas de cambios fundamentales. Todo está dado en el planeta para que reflexionemos y nos preguntemos hacia dónde queremos dirigirnos. Mientras tanto, cuando podamos, no ahorremos los momentos de alegría y felicidad. El paso del tiempo nos coloca a todos en el mismo lugar y cada uno sabe el alcance de lo que hace. Elevamos desde convivir nuestros deseos de paz, armonía y prosperidad para todos”.

Cecilia Andrada – Directora

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