Comer es una necesidad biológica y de ello depende la conservación de la vida. Muchos padecimientos que afectan hoy a la población podrían evitarse, o por lo menos retardarse, mediante ciertos cuidados alimentarios.
En lo últimos años se produjeron cambios significativos en la forma de vivir; como así también en los patrones de consumo de alimentos. El aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización, el ritmo de vida moderno, la necesidad de comer fuera de hogar, los ingresos y los precios han desplazado el consumo de alimentos frescos (frutas, vegetales, legumbres) hacia el consumo de alimentos hipercalóricos, ricos en grasas saturadas, azúcares, sodio y pobres en fibra y micronutrientes.
El sedentarismo, sumado a esta realidad, se evidencia en los altos índices de sobrepeso y obesidad que afectan a la población; hoy más del 60% de los habitantes en nuestro país padece sobrepeso y un 27% sufre de obesidad. Estas estadísticas son alarmantes ya que el sobrepeso es un factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles (diabetes, hipertensión, dislipemias).
En este contexto, la industria se ha ocupado de ampliar la oferta de productos incluyendo la versión LIGHT de distintos alimentos, los cuales han sido modificados con una reducción de su aporte de nutrientes al mismo tiempo que se adaptan al gusto y atraigan al consumidor. El termino LIGHT muchas veces genera cierta confusión, ya que no significa que dichos alimentos estén diseñados exclusivamente para la reducción de peso; el consumidor debe prestar especial atención al rótulo para identificar el nutriente o el valor energético al que hace alusión. Para entenderlo mejor… que un alimento sea “light” no significa necesariamente que sea reducido en calorías; inclusive, su valor calórico puede ser igual o mayor a la versión original. Por ejemplo, en el mercado existen galletitas reducidas en grasa que cumplen con los requisitos para declararla “light en grasas” respecto de la galletita tradicional, pero cuyo valor calórico es igual o superior, debido a que poseen un mayor porcentaje de hidratos de carbono. El hecho de que optemos por alimentos light no nos garantiza que nuestra alimentación sea saludable ya que otro error de los consumidores es no respetar la porción; que un alimento sea light no implica que se pueda comer el doble, significa que existe una reducción de nutriente o valor calórico en la misma porción del alimento de referencia. Estos alimentos en general son adecuados para personas que sufren algún trastorno o enfermedad por la cual deben limitar el consumo de algún nutriente como ser azúcares o grasas o bien pueden ser utilizados por la población general a modo de prevención. Lo cierto es que no todos los productos LIGHT son indispensables para reducir el valor energético de la alimentación y suelen ser más costosos. Organizando nuestra alimentación, incorporando alimentos frescos y realizando actividad física regular también es posible bajar de peso o bien mantenernos saludables.
Algunos consejos para llevar una alimentación saludable
• Elegir alimentos naturales o mínimamente procesados, es la base para una alimentación nutricionalmente equilibrada.
• Consumir alimentos de todos los grupos (verduras y frutas; legumbres, cereales, papa, pan y pastas; leches, yogures y quesos; carnes y huevos; aceites, frutas secas y semillas; ocasionalmente dulces.) e incluir variedad dentro de cada grupo.
• Estipular horarios para las comidas (desayuno, almuerzo, merienda, cena) que puedan respetarse todos los días y evitar el picoteo en el intervalo entre comidas. Comer despacio y evitar realizar otra actividad al mismo tiempo.
• Planear las compras, organizar la alacena y definir un menú semanal, podría evitar desarreglos.
• Al elegir alimentos, leer las etiquetas para evaluar el aporte de nutrientes críticos (grasas saturadas, grasas trans, azúcares y sodio).
• Reducir el uso de sal y el consumo de alimentos con alto contenido de sodio.
• Limitar el consumo de bebidas azucaradas y de alimentos con elevado contenido de grasas, azúcar y sal.
• Evitar el sedentarismo y realizar a diario al menos 30 min de actividad física