Muchas veces la gente vacila antes de requerir ayuda psicológica porque con justa razón reconoce que sus problemas no son la consecuencia de un mal funcionamiento de su psiquis, sino de otro plano, espiritual o existencial. La angustia lo corroe pero no le sirven las pastillas psiquiátricas que adormecen sus sensaciones ni el reduccionismo científico de algunos psicólogos que aspiran a ponerle el rótulo de alguna enfermedad tipificada.
¿Y entonces? Para quienes tienen la suerte de contar con un guía espiritual dentro del credo que profesen o un amigo esclarecido, amplio y protector seguramente dirigirán hacia ese puerto su embarcación trémula en medio de la tormenta. Pero a veces ni siquiera eso alcanza porque – no nos engañemos – no siempre alcanza con las buenas intenciones.
La Hipnosis Clínica Reparadora es una disciplina psicológica, aplicada por psicólogos especialmente formados que aúna a los conocimientos de la psicología los potentes recursos que brinda la hipnosis clínica, ese procedimiento de introspección guiada que permite bucear en las profundidades del inconsciente, obteniendo así rápidas respuestas.
A veces el paciente está enfermo y es necesario curarlo. Pero la mayoría de las veces lo que está es confundido, frenado, desorientado y lo que necesita es ser escuchado, comprendido y orientado.
Tiene un insoportable sufrimiento interior y no entiende el porqué. El profesional formado en Hipnosis Clínica Reparadora sabrá como interrogar a su propio inconsciente y al esclarecer en qué suceso de su historia se ha quedado frenado, atorado, le abrirá el camino para ser feliz, todo lo feliz que sus circunstancias le permitan.
Para ello el paciente será colocado en Hipnosis, un estado de cómoda relajación donde jamás perderá la conciencia, pero en el cual su inconsciente estará alcanzable y podrá responder y explicar qué le sucede. Es un camino breve donde ha sido posible encontrarle la solución a muchos casos de angustia, depresión, dolores físicos y psíquicos, fobias, pánico, etc.
Podrá entonces desbloquear emociones, recordar sucesos reprimidos y establecer por sí mismo las asociaciones concretas entre los sucesos vividos y su sufrimiento. Un objetivo similar al que se fijan otras terapias que duran años, solamente que en el transcurso de pocas horas.
Lic. Armando M. Scharovsky