La granada es una fruta típica del otoño que no todos conocen. Se trata de un fruto de piel gruesa y dura pero que al cortarlo está relleno de unas semillas cubiertas de una pulpa roja y carnosa. Es muy rica, refrescante y versátil, puede quedar rica sola, en un postre o en una ensalada. Pero además de ser sabrosa y linda a la vista tiene muchísimas propiedades para mejorar nuestra salud:
Antioxidante: De gran poder antioxidante, ya que contiene antocianinas, polifenoles y taninos, que la hacen un aliado en la prevención del envejecimiento patológico.
Anticancerígena: Las antocianinas de la granada disminuyen la acción de los receptores de estrógeno, lo que ayuda a prevenir cánceres como el de mama. Este efecto lo causan asimismo los flavonoides y es reforzado por la acción sinérgica de otros antioxidantes que evitan el desarrollo de células tumorales. La granada también se considera útil en la prevención del cáncer de próstata.
Buena para el corazón: Por la cantidad de polifenoles que contiene ayuda a reducir el colesterol malo, a su vez mejora la elasticidad de las arterias y regula la tensión arterial, mejorando la salud cardiovascular en general.
Limpia los riñones: Por su aporte de potasio ayudan a limpiar los riñones y con ellos todo nuestro organismo.
Liviana y digestiva: Es una fruta con mucha agua y bajo aporte de hidratos de carbono, es ideal para diabéticos ya que tiene muy bajo índice glucémico. Contiene pectina, una fibra soluble con efecto depurativo que ayuda a limpiar el organismo, saciar y mejorar el tránsito intestinal.
Receta para que disfrutes de la granada de otra forma:
Carpaccio de hongos con nueces y granada
Ingredientes: Champiñones variedad Portobello 4, Nueces 12, Granada unos granos (1/4 aproximadamente), Aceite de oliva virgen extra, Hierbabuena, Cilantro fresco, Lima (zumo de una lima).
Preparación: Para hacer este carpaccio de hongos con nueces y granada, limpiamos bien los champiñones para evitar cualquier rastro de tierra con un papel de cocina humedecido y los cortamos en láminas. Yo prefiero hacerlo con la mandolina porque quedan mucho mejor y todos iguales. Colocamos los champiñones en un plato hondo y los regamos con el zumo de lima, dejando macerar unos siete u ocho minutos. Después los disponemos con cariño en un plato y añadimos las nueces peladas. Abrimos la granada y repartimos en el plato unos cuantos granos, que aportarán sabor, humedad y colorido. Aliñamos con un chorrito de buen aceite de oliva virgen extra y unas gotas del zumo de la granada. Terminamos con unos brotes de hierbabuena y (opcionalmente) de cilantro que contrastarán estupendamente con esta ensalada de productos otoñales.