Estamos solos

Te disgusta el título? ¿Tal vez te parece pesimista? ¿Te abruma?

Pero es así. Te pido que trates de entenderlo. Porque en esto de vivir la vida estamos solos. Y es bueno que sea de esta manera. Solos con nosotros mismos y con nuestras acciones. Solos con nuestros pensamientos buenos o tristones. Solos recibiendo el resultado de lo que hacemos y de lo que creamos. Solos con nuestra alma y con las cosas más escondidas que deseamos. No importa que estemos rodeados de gente, que compartamos una multitud o un planeta. Estamos solos y porque estamos solos somos responsables de lo que producimos. Personalmente.  En esto del crecimiento, de la evolución, estamos solos con nuestra conciencia. Y solos responderemos por lo que hicimos aquí cuando nos llegue el momento de rendir cuentas… en otro mundo o donde sea. Por eso, cuando pedimos a otro: «Rezá por mí», porque nos sentimos al borde de las fuerzas, y pensamos que aquel a quien pedimos ayuda es más poderoso que nosotros mismos; en ese momento, tenemos que comprender que el más grande esfuerzo para salir de lo que nos preocupa, lo tenemos que realizar por nuestra cuenta. Porque nosotros mismos nos curamos, cuando realmente lo queremos o necesitamos. Y somos nosotros mismos los que saltamos el pozo con dificultades que la vida puso delante nuestro. Y sólo nosotros, sí nosotros mismos, podemos vencer los dragones que… nosotros atrajimos. Esto que a primera vista puede parecer duro es en realidad maravilloso. Porque cuando lo comprendemos nos sabemos poseedores de una fuerza tan esplendorosa, que descubrimos que las dificultades deben de haber sido puestas en nuestro camino para que descubramos lo fuertes que somos y la capacidad que tenemos de vencerlas. Y venciendo esas dificultades -desengaños, pobreza, enfermedades- nos vamos fortaleciendo cada vez más. Y aceptamos que todo está bien, que todo tiene un porqué y un para qué. Que únicamente desconocemos las causas de lo que nos pasa porque no está a nuestro alcance el descubrirlas, pero sospechamos que nada es casual y que por algo nos pasa lo que nos pasa. Somos nosotros mismos, humildes desconocidos, los verdaderos caballeros que vamos por la vida venciendo dragones… hasta nuestro

solo, personal, triunfo final.

Marta Susana Fleischer 

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