El etiquetado frontal y la información para el consumidor

La Ley N° 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable, que cotidianamente es llamada “Etiquetado frontal”, tiene como objetivo garantizar el derecho a la salud y la alimentación, a partir de información nutricional comprensible para la sociedad de los alimentos envasados en ausencia del cliente y bebidas analcohólicas. La Ley propone que las personas puedan generar prácticas de alimentación saludable a través del conocimiento de la información de los alimentos con el fin de poder tomar decisiones sobre qué productos consumir. Por ello, es importante educar sobre esta temática a la sociedad. A lo largo de este texto, se presentarán algunos criterios que permitirán comprender los aspectos del etiquetado nutricional de los alimentos. En primer lugar, es importante conocer lo que se está consumiendo y por ello, todo alimento envasado presenta información obligatoria en su envase: denominación de venta (indica cuál es la denominación legal del producto), lista de ingredientes (expresados del ingrediente de mayor cantidad al de menor cantidad), vencimiento (fecha hasta la cual se podría consumir el producto), lote (identificación del producto como su “DNI”), preparación e instrucciones de uso, contenido neto, identificación de origen (qué empresa lo realizó y dónde), rotulado nutricional (valores de lípidos, proteínas y carbohidratos, entre otros compuestos que aporta el alimento), declaración de alérgenos (sustancias que podrían estar presentes en los alimentos como huevo, leche). Además de esta información obligatoria, hoy se suman los sellos de advertencia (octógonos negros) y las leyendas precautorias (rectángulos negros). Los octógonos indican el exceso de azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías. Mientras que las leyendas, indican la presencia de cafeína y edulcorantes. Es importante señalar que la presencia de octógonos no implica que todos los alimentos presenten las mismas proporciones de algún nutriente crítico. Por ejemplo, que un yogurt indique exceso en azúcares no implica que presente la misma cantidad de azúcares agregados que un dulce de leche que también posee dicho octógono. Por ello, es importante leer el rotulado nutricional donde indica la cantidad de azúcares totales por porción de alimento. Si bien, la presencia de sellos y leyendas es lo central del etiquetado, también la ley implica otras modificaciones en los envases. Por ejemplo, la ausencia de personajes, dibujos animados o personalidades famosas en aquellos alimentos que presenten al menos un sello de advertencia y/o leyenda precautoria. Asimismo, no pueden incentivar el consumo con juguetes, premios u otro accionar. Esto es común verlo ahora en góndolas de supermercado con la Pascua: los huevos de chocolate ya no tienen personajes animados de películas o series e incluso, no traen sorpresas.
Como se mencionó al principio, el alcance de la ley es para aquellos productos envasados en ausencia del cliente.  Sigamos con el ejemplo de la Pascua. Si una persona compra una rosca en un supermercado, es probable que presente mínimo 2 octógonos y tal vez, la leyenda de presencia de edulcorantes. Ahora bien, si ese mismo producto es comprado en una panadería, al no ser envasado en ausencia del cliente, no presentará la información de sellos y/o leyendas. Pero eso no quiere decir que tenga menos nutrientes críticos que el producto envasado. La diferencia es que no está alcanzado por la ley. Por ello, se debe desestimar que aquello que se compra “suelto” es más saludable que lo envasado
Otro mito que hay que romper es que los productos aptos para celíacos, light o veganos, no presentan octógonos y/o leyendas. Eso no es así. Hay productos light que presentan edulcorantes para reemplazar el sabor dulce que aporta el azúcar, hay productos Sin TACC que presentan exceso de nutrientes críticos y/o edulcorantes y cafeínas (como algunas gaseosas) y hay productos veganos, como alfajores, que presentan hasta cuatro octógonos.
Cuando los productos son más pequeños, como los caramelos, se presentan octógonos con un número. Ese número no es una referencia del exceso de un nutriente. Los mismos indican la cantidad de octógonos que presenta ese producto. Por ello, el número 4 en los caramelos indica el exceso en azúcares, calorías, grasas saturadas y grasas totales.
Ahora bien, es importante señalar como definimos alimentación saludable. Una alimentación saludable es aquella que tiene en cuenta tres factores: los valores nutricionales, la inocuidad (tema que se presentará en una próxima edición) y las propiedades sensoriales. En relación con lo nutricional, que un alimento presente sellos y/o leyendas no lo hace no saludable. Incluso, las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA), promueven el consumo de productos lácteos, sin embargo, en las góndolas, la mayoría de estos productos presentan al menos un sello. Por ello, es importante resaltar, nuevamente, que los octógonos no son datos cualitativos. Por ejemplo, si se comparan diferentes tipos de quesos (Port Salut y Gouda, elegidos aleatoriamente) y se analiza su rótulo se verán la misma cantidad de octógonos. Sin embargo, al analizar su información nutricional, se podrá observar que la cantidad de sodio, grasas totales, grasas saturadas y calorías por porción presentan una diferencia significativa.
Si se desea ampliar la lectura sobre este tema y su importancia educativa se brinda a continuación un artículo científico que permitirá ampliar los aspectos señalados:
Lampert, D., Cabezas, D. M., & Porro, S. (2024). Diez criterios para un abordaje educativo de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable en Argentina. Educación En La Química, 30(01), 81–94. Recuperado a partir de https://educacionenquimica.com.ar/index.php/edenlaq/article/view/227 

Por Dr. Damián Alberto Lampert
Dr. Darío Marcelino Cabezas

1-Becario Postdoctoral del CONICET con lugar de trabajo en la Universidad Nacional de Quilmes, Departamento de Ciencia y Tecnología, Grupo de Investigación en Enseñanza de las Ciencias (GIECIEN).

2- Investigador Independiente del CONICET con lugar de trabajo en la Universidad Nacional de Quilmes, Departamento de Ciencia y Tecnología, Laboratorio de Investigación en Funcionalidad y Tecnología de Alimentos (LIFTA).

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