Curar al enfermo en su totalidad no significa solamente que el enfermo se sienta bien o que esté exento de dolores o de molestias que no le permiten dormir, trabajar o caminar, sino que la curación es lo que tenemos que comprobar todos los días con nuestros pacientes, y es que el enfermo cambie de vida, que no tenga una actitud vital contraria, no sólo para sí mismo sino para con los demás, que no sea negativo, que no tenga odios, resentimientos, sentimientos de culpa y una cantidad de sentimientos mentales que la verdadera medicina homeopática toma muy en cuenta para poder aseverar cuál es el medicamento que lo curará de eso y por lo cual acude al consultorio, y que es debido precisamente a esos sentimientos negativos que le impiden que evolucione hacia la maduración que es lo que pretende un auténtico tratamiento médico homeopático, hacer que esa persona pueda desarrollarse, porque la vida no es gozar de los bienes, no es tratar de satisfacer el hambre, ni satisfacer los intereses personales sino tratar de ser una persona útil al semejante en una actitud de servicio que le permita comprender y que precisamente lo hace cuando está libre de una afección local producida por la enfermedad, para hacer todo el bien que debe hacer a sus semejantes. Toda persona que no evolucione hacia la maduración, que trate de satisfacer solamente sus sentimientos infantiles y que llegue a los 60, 70 años siendo un chico como era cuando tenía 5 años y que no ha evolucionado nada, si no consigue eso la medicina homeopática, tampoco la medicina homeopática puede ser una cosa de valor.
Pero, como lo ha determinado Hahnemann y como lo han comprobado los médicos que en cierta manera han seguido sus huellas y tratan de ser puristas en cuanto a la actitud del médico frente al enfermo para cuidarlo, para curarlo en su profundidad, en su predisposición constitucional que lo hace proclive para la enfermedad local, eso es precisamente lo que el médico debe tratar de lograr y si no lo ha logrado no será una buena medicina que determinará un asentimiento de los gobiernos para determinar que la Homeopatía tiene que ser una medicina respetada, considerada y admitida en los centros científicos y en la práctica corriente.
Dr. Tomás P. Paschero
